Blog cambia de dirección
Sonidos de tierra
Fotografía:Francisco Aguayo
Coreografía: M.Hume
Santiago/Chile 2001
Paisajes psíquicos
La liberación interna
Internal liberation
78/86 cm
El velo del alma
Finding the soul
64/80 cm
La fuga de Marte
The escape from planet Mars
60/65 cm
Mujeres de Venus
Women from Venus
65/50 cm
Un sueño
A dream
70/60 cm.
Danza al borde del abismo
Dancing on the brink
49/70 cm
Nota: Las obras mostradas en este blog, se encuentran en exposición y a la venta en mi ateljé.
Los interesados en verlas no duden en llamarme, con mucho gusto les atenderé: 070 7940715
e-mail:[email protected]
Posturas de yoga
Postura decúbito supino y decúbito lateral
Setu Bandasana: El puente sobre la cabeza (izq.), es una asana de yoga que pertenece a la primera serie del sistema denominado:Ashtanga Vinyasa yoga estructurado por el gurú Sri.K Pattabhi Jois. Es una postura de extensión de la columna vertebral, encontrándose la persona en posición decúbito supino. El cuerpo se eleva teniendo como punto de apoyo los pies y la cabeza.
No es recomendable su práctica a principiantes.
Anantasa:La postura reclinada (der.), es una asana que se practica en Hatha Yoga. Es una posición de elongación de las extremidades inferiores, encontrándose la persona en posición decúbito lateral. El estiramiento de la extremidad se produce con rotación cóxofemoral (articulación de la cadera) hacia fuera.
El trabajo del cuerpo
Mayurasana, la postura del pavo real (arriba). Es un equilibrio ejecutado sobre las extremidades superiores. Los llamados equilibrios sobre los brazos tienen la particularidad de que todo el cuerpo se eleva tieniendo sólo como superficie de apoyo las palmas de las manos.
Urdhva Mukka Svanasana, la postura del perro que mira al cielo (izq.) es una asana muy conocida en yoga.Trata de una extensión de la columna vertebral encontrándose la persona en posición inicial decúbito supino (tumbado sobre el vientre). La hemos catalogado como postura cuadrúpeda, pues su caracteristica principal es que se apoya en cuatro soportes siendo sólo las palmas de las manos y los empeines que soportan todo el peso del cuerpo, el cual se encuentra distribuido de manera uniforme.
Astavakrasana, postura dedicada a Astavakra. Es otro equilibrio sobre los brazos (der.)
Compañía Arte Ballet
"Los rescilientes"
Danza Contemporánea
Coreografía:Marisol Hume (ensayo)
Fotografía: Juan Sebastian Tomic Hume
Enero 2010,Santiago, Chile
La posición bípeda
Hay temas que a menudo pasan desapercibidos ante nuestra conciencia, hasta que los sentimos; a veces de manera muy intensa.
Uno de estos, es la posición bípeda. El aparentemente simple hecho de estar erguidos en dos soportes -las piernas o extremidades inferiores-, es un acto tan natural que ni siquiera pensamos la implicancia que ha tenido esta posición en el cuerpo del ser humano.
Muchas personas y sobre todo mujeres -producto de los embarazos- sienten molestias y dolores en la espalda. Estos se localizan a lo largo de toda la espina dorsal. La lista de problemas y patologías es extensa, tanto como lo es la columna vertebral.
La posición bípeda es una maravillosa conquista de la especie humana, no obstante una lucha continúa por mantenerla.
El cambio dramático que supuso el tránsito de animal vertebrado cuadrúpedo, a la bipedestación, es radical. El esfuerzo humano que implica erguirse sobre dos extremidades, elevando la espina dorsal desde la horizontalidad a la verticalidad, significa un desafío enorme a la fuerza de gravedad, y un gran problema de equilibrio a resolver. Sin embargo la liberación de las extremidades superiores del trabajo locomotor, ha dado origen a funciones y quehaceres que son exclusivamente humanos, posibilitando el desarrollo y el avance de la especie.
La marcha del ser humano es de una complejidad asombrosa. De hecho nacemos sin capacidad para mantenernos de pie. Sólo mediante el sucesivo ensayo de los primeros años de vida, es que logramos que la información entre las extremidades y el cerebro sean lo suficientemente veloz, para que el caminar nos resulte un acto normal.
La caminata o marcha, es un desplazamiento producido a partir del cambio del peso del cuerpo de un soporte al otro; que por ser llevado a cabo en sólo dos extremidades, el individuo enfrenta un continuo desafío a su equilibrio.
Una integración de tres sistemas sensoriales diferentes, hacen posible este milagro: el oído, el aparato propioceptivo, y la vista.
Tres conductos semi circulares -que contienen endolinfa- ubicados en tres dimensiones en el oído interno, son los responsables de informar acerca de la posición y los cambios de dirección de la cabeza.
Los sensores propioceptivos[1] ubicados en los músculos y tendones, informan de la longitud, del grado de tensión muscular, y de estimulación mecánica a que se someten los músculos. Indicando el estado y la posición en que se encuentran las extremidades y el tronco, sin necesidad de mirarse.
En un lugar oscuro sabemos perfectamente en qué posición se encuentran nuestros brazos, piernas, y cabeza.
La información recibida se procesa en el cerebro, y es la que permite hacer los ajustes necesarios -literalmente- paso a paso, para mantenerse en bipedestación, y generar la locomoción con todas sus posibilidades: la carrera, el salto, los giros etc.
El sentido de la vista, que al erectarse el Homo sapiens le significa elevar la mirada horizontal y otear mejor, nos entrega la línea del horizonte como referencia.
Esta información colabora activamente en el manejo espacial tridimensional, que debe hacer el individuo para mantenerse de pie y no caer.
Si cerramos los ojos, es fácil vivenciar cómo el equilibrio se apoya en la visión.
Las personas que por enfermedad u otra razón experimentan perdida del equilibro, coinciden en sus relatos que les produce una sensación de muerte.
Una de los grandes logros del Homo sapiens es la posición bípeda conjuntamente con la liberación de las manos; no obstante la mayoría de los problemas a la columna vertebral, se deben a una mala adaptación a la posición bípeda. De esto se desprende la importancia de la reeducación postural y la búsqueda del eje, alineando la espina dorsal y las curvaturas que le son propias.
Marisol Hume Eriksson ©
[1] Propiocepción: Es la conciencia y atención sensible de la estructura corporal y de sus movimientos internos, así como de la posición del cuerpo en el espacio. La propiocepción posee un sistema de receptores que son sensores propioceptivos ubicados en las extremidades y en el tronco.
Terpsicore

Terpsícore*[1] cogió mi mano desde niña y no me soltó más.
Si pudiera recordarlo, diría que desde el útero sin temor a equivocarme.
Mis infantiles sueños fueron sólo danza.
Comí danza, bebí danza, mordí danza, amé danza.
Rasgé el cuerpo de veinte años, para danzar.
Y dancé la vida entera aunque no debía danzar.
Danzar era peligro total, riesgo social.
Pasión desenfrenada,
que al igual que la juventud, se cura con el tiempo.
y después la nada.
Trago de inestable existencia. Sorbo de vida corta.
Pan que se pone duro. Qué haces, cómo sigues.
Cuál es el futuro.
Igual dancé, aunque no debía danzar.
Toda espasmo, gota, ritmo, nota.
Aunque no tenía que amar.
Sudor, melodías, fémur y hueso.
Haciendo caso omiso a todos los consejos.
Curva y espalda.
Contracción y estómago.
Giro y caída.
Sin darme cuenta avanzaba la vida.
danzando todo lo que tenía que amar.
Amando todo lo debía danzar.
Terpsícore me orientó hasta la edad madura.
Treinta y un años después, me dejó en la esquina de los cincuenta y uno.
Ella me enseñó del alma todo lo que sé del cuerpo.
Me entregó señales.
Despertó profundas sensibilidades.
Kinética del cuerpo, cinestesia del alma.
Aprendí a reconocer signos desde la médula espinal.
Allá desde el fondo del piso pélvico.
Subiendo por el cóccix, pasando por el sacro,
cuesta arriba en la columna, lidiando con las lumbares.
Hasta llegar al Atlas que soporta la cabeza,
con la ayuda del Axis y el resto de las cinco vértebras.
Debatiéndome entre el cielo y la tierra.
Traccionando la espina dorsal en un estiramiento, a veces infernal.
Y todo esto, por oponerse a la fuerza gravedad.
En la búsqueda del equilibrio terremotos mentales.
De la caída a la recuperación. De la tensión a la relajación.
De la contracción a la expansión.
Y del caos de vuelta al centro.
Y otra vez de cabezas, y de nuevo al entendimiento.
Y así hasta llegar a reconocer lo que atesora el Ser:
Ese movimiento que está detrás del movimiento.
Aquel movimiento invisible que parece estar ausente.
El movimiento del pensamiento que presencia la mente.
Mi encuentro con el yoga fue la última sorpresa que Terpsícore reservó para mi.
* Terpsícore: Musa de la danza de la mitología griega. Se la representa como una joven esbelta, alegre, bailando coronada de guirnaldas, con un arpa o una lira en la mano.
Presentación
Nací en Chile, y crecí en esa tierra mágica y poética. A los 17 años estaba en la Universidad de Chile en Santiago, estudiando trabajo social, mientras soñaba y danzaba.
En 1973 estudiaba en la Facultad de Bellas Artes, Licenciatura en Pintura, cuando mi vida fue golpeada -literalmente- por un golpe de estado. La Universidad cerró sus puertas para una "reestructuración" y yo quede con la vida hecha pedazos, y desestructurada. Hasta que decidí reestructurarme por cuenta propia.
Fui a Argentina a estudiar danza, que era mi otro gran amor. Siempre dancé, era tan natural como respirar. Continué danzando y pintando en Panamá y Venezuela, hasta 1977. Ese año sucedió lo que no se podía aplazar más, tomar la decisión de danzar o pintar. La pregunta se arrastraba por años, ¿qué ser?.
Consciente del paso del tiempo, de su huella que callada marca los huesos, la piel, y el cuerpo.
Entendiendo que la danza es joven, intensa y fugáz, y su tiempo efímero, decidí. Y fui bailando la vida entera (Chile, Panamá, Venezuela, Francia, España), hasta ayer. El destino es extraño y misterioso, un sólo movimiento puede cambiar la posición del individuo. Fue así que el amor cambió mi situación geográfica y llegue a éste país, Suecia.
Avanzada ya en la vida y al otro extremo de mi planeta, comencé a construir mundos paralelos que reflejaran el espejo de mi tierra, mi raíz. Debí fortalecer el alma y hacerla resistente a la nostalgia, aprender una vez más sonidos de una lengua extranjera, e inventar de lo inexistente una nueva realidad.
El año 2001 la pintura irrumpió definitivamente en mi vida. Este amor contenido y postergado iluminó la oscuridad del invierno escandinavo. Atrapándome irremediablemente con sus colores, líneas, y formas, me sedujo.
Este ha sido el resultado de mi trabajo y deseo compartirlo con ustedes. La pintura es madura, pausada, perdura y nos recuerda.
Planetas


Planetas Jugando
110x66 cm.

Puesta de soles
92x73 cm.

La entrada al portal lumínico
90x80 cm.

Sol & Mar
50x50 cm.

Un estado mental
50x60 cm.

El infinito espacio de la mente
60x50cm.
Nota: Las obras mostradas en este blog se encuentran en exposición y a la venta en mi ateljé.
Los interesados en verlas no duden en llamarme, con mucho gusto les atenderé: 070 7940715
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Cuatro virtudes, sólo cuatro
Hoy pedí cuatro virtudes que necesito, total como decía mi padre "en el pedir no hay engaño".
Deseo ser:
Como un maratonista, que consigue llegar a la meta de sus sueños, sin importar cuánto esfuerzo le cueste.
Como un diseñador, que re-diseña una y otra vez prolijamente su existencia, corrige y modifica su proyecto de vida, cuantas veces sea necesario, hasta quedar satisfecho.
Como un acróbata del pensamiento, que entrena diariamente la mente en la búsqueda de la perfección y del equilibrio.
Y como un Hércules en la voluntad, cuya fuerza enorme y poderosa se oponga a todo obstáculo en el camino de la consecución de mis objetivos: mis sueños.
El entrenamiento consciente
El entrenamiento o el movimiento consiente, consiste en estar en el presente con lucidez mental en la acción. Es la actividad pensada que se opone a la automatización del individuo.
Se invita a trabajar las acciones que se emprenden de manera analítica, para alejar el comportamiento mecánico.
Pensar el movimiento es una manera de volverlo inteligente, eliminando la mecanicidad e instalando la actividad consciente. Cuando el movimiento se ejecuta intencionalmente pensado, lo desposeemos del automatismo con que generalmente el individuo se mueve.
Al actuar de este modo la persona se sitúa en una condición rara veces lograda, que es “estar en el aquí y el ahora”. El trabajo consciente exige del individuo un compromiso integral, tanto en la esfera intelectual, emocional, como motriz. Cuando el cuerpo y la mente funcionan con coherencia y unidad se produce la anhelada integración. El resultado es eficacia en la acción, ahorro energético, lucidez, equilibrio y bienestar general.
El concepto del entrenamiento en par
El concepto del entrenamiento en par, es una idea basada en un quehacer físico compartido. Los protagonistas pueden ser de todo tipo: padres e hijos, amigos, gente joven, o adultos, que se interesen por experimentar el entrenamiento en pareja.
El Ejercicio par, es una fusión de energías llevada a cabo en una acción de conjunto. Las actividades de dos personas se unen, en un quehacer de marcada actividad física cuya característica principal es que los integrantes dependen físicamente el uno del otro. Esta interesante propuesta sintetiza de manera original: juego, ejercicio físico, y creatividad, eliminando la brecha generacional. Estimula el movimiento del cuerpo y de la mente, estrecha lazos afectivos, e impulsa la creatividad.
El entrenamiento en par, consiste pues en unir dos acciones individuales para configurar un todo; el único requisito: es que deben estar físicamente entrelazados entre sí. Vale decir no se trata que dos personas se acompañen haciendo ejercicios por cuenta propia.
En el ejercicio par incluimos el término rol, para distinguir el papel que desempeñan cada uno de los integrantes en la construcción de éste. El rol, explica cómo contribuye cada participante en la acción conjunta; en cuanto al aporte de fuerza, flexibilidad, estabilidad, equilibrio, peso, entre otros factores.
Los ejercicios pares a su vez se subdividen en: Ejercicios pares simples (EPS.) y Ejercicios pares compuestos (EPC.)
Ejercicio par simple (EPS.), es aquel donde las acciones de los participantes son iguales, y tienen el mismo rol dentro de la acción conjunta. Por lo que no se hace posible la inversión de roles. Este movimiento puede no obstante diferenciarse en la dirección que toman los participantes al ejecutar el ejercicio; la cual pueden coincidir en la misma dirección, u oponerse, llevando direcciones contrarias.
Ejercicio par compuesto (E.P.C.), es aquel donde las acciones de los participantes son distintas.
y tienen diferentes roles dentro de la acción conjunta.
En los ejercicios pares compuestos encontramos roles diferenciados para cada participante. Lo interesante de esta situación, que como todo rol se puede invertir. Entonces se ejecuta el ejercicio o la postura desde ambos roles.
En este punto es importante aplicar el sentido común, para entender cuáles son los ejercicios que permiten la inversión de roles, y cuáles no. La inversión de roles está determinada por: la diferencia de pesos, y de proporciones que existe entre los participantes; más aún si se trata de un adulto y un niño como es el caso de un padre con su hijo. No obstante el recurso de la modificación salva todo impedimento. A mayor igualdad de peso y/o de proporcipones de los participantes mayor viabilidad de ejecución.
A continuación mostramos algunos ejercicios con personas de distintas edades, practicando el entrenamiento en par.
La bicicleta /Trabajo de piernas y abdominales
EPS: ejercicio par simple,ambos ejercitan la misma acción.
La pelota /Estiramiento de la espalda, trabajo de brazos y hombros encontrándose en sedestación(sentados).
EPS: ejercicio par simple,ambos ejecitan la misma acción
Remando en canoa/ Movimiento de flexión de la espina dorsal encontrándose en sedestación
EPS:ejercicio par simple,ambos ejecitan la misma acción
La moto de agua/ Trabajo de contrapeso y fuerza (izq)
Movimiento de extensión de columna encontrándose decúbito prono (der)
EPC:ejercicio par compuesto, hay dos roles
La carretilla/ Desplazamiento con peso (izq)
Fortalecimientos de brazos, aprender a caminar sobre las extremidades superiores (der)
EPC: ejercicio par compuesto, hay dos roles
El dragón simpático/Movimiento de extensión de columna (arriba)
Fortalecimiento de piernas y brazos (abajo)
EPC: ejercicio par compuesto, hay dos roles
Estiramiento & Contracción
Equilibrio monopedal asistido (izq.)
Trabajo de contracción abdominal (der.)
EPC: ejercicio par compuesto, hay dos roles
La moto de agua II
Movimiento de extensión de la columna vertebral encontrándose:
Decúbito supino (izq.)
De rodillas (der.)
EPC: ejercicio par compuesto, hay dos roles
El arco/ Movimiento de gran extensión de la columna vertebral (izq.)
Soporte y trabajo de piernas (der.)
EPC: ejercicio par compuesto, hay dos roles
El carro de la princesa/Movimiento de tracción y trabajo de piernas (arriba)
Movimiento de extensión encontrándose en la posición decúbito prono. (abajo)
EPC: ejercicio par compuesto, hay dos roles
El saludo al sol A & B
Hola, aquí puedes iniciarte por cuenta propia en la práctica de los Saludos al sol. A continuación encontrarás un análisis detallado en qué consisten. Con la ayuda de las secuencias fotográficas te será fácil orientarte.
Lo único importante es flexionar las rodillas si sientes muy acortados los músculos isquiotibiales (por detrás del muslo). También en la posición del cocodrilo, si los brazos no te resisten debes depositar las rodillas en el suelo.
Empieza a practicar solamente el saludo al sol A, cuando lo tengas dominado continúa con el B.
El saludo al sol A, es una secuencia de asanas ejecutadas de forma dinámica que consta de una postura inicial y una postura final llamada Samasthiti las cuáles hemos denominado cero, porque no se incluyen en la cuenta de los movimientos llamados vinyasas, que conforman la secuencia.
El saludo al sol A, establece una secuencia de nueve movimientos o vinyasas. De estos nueve movimientos sólo seis son originales, los tres restantes se repiten, y tienen la característica de ser todos simétricos. Son los siguientes: 1-Tadasana Urdhva Hastasana (La posición de la montaña), 2- Uttanasana (El cierre en flexión), 3- Uttanasana I (La extensión), 4- Chaturanga Dandasana (El cocodrilo), 5- Urdhva Mukha Svanasana (El perro mirando al cielo), 6- Adho Mukha Svanasana (El perro mirando al suelo).
Esta reversa repite los tres primeros movimientos de la secuencia del saludo al sol A, que ejecutados de atrás hacia delante completan la secuencia. Vale decir: el movimiento siete repite el movimiento tres que es Uttanasana I /La extensión, el ocho es repetición del dos que es Uttanasa /El cierre en flexión, y el nueve a su vez lo es del uno que es Tadasana Urdhva Hastasana / La montaña. Hasta concluir en la posición cero, que repite la posición inicial/Samasthiti y que a su vez marca el fin.
El Saludo al Sol B
El saludo al sol B, consta de una postura inicial y una final. Esta postura es la misma del saludo precedente, y también las denominamos cero. Entre estos ceros se establece una secuencia de diecisiete movimientos o vinyasas. De estos diecisiete movimientos sólo dos son originales[1] considerando que ya han sido ejecutados en el saludo al sol A. Se agregan las asanas Utkatasana (La posición ferviente) y Virahbdrasana I (El guerrero I)
Todos los movimientos son simétricos a excepción de Virahbdrasana I que es asimétrico, por lo que debe ser ejecutado con ambas piernas.
En la secuencia podemos distinguir una cadena virtual conformada por tres eslabones:
Chaturanga Dandasana (El cocodrilo)
Urdhva Mukha Svanasana (El perro que mira al cielo)
Adho Mukha Svanasana (El perro que mira al suelo), que son los movimientos cuatro, cinco y seis. Estas tres asanas pertenecen a la agrupación de posturas cuadrúpedas clasificadas de pronación.
Este eslabón virtual de tres asanas se repite dos veces más:en los momentos ocho, nueve, y diez; y luego en los momentos doce, trece, y catorce.
La secuencia comienza con el movimiento original uno, que es Utkatasana, y evoluciona de igual modo que el saludo al sol A.
Dos es Uttanasana, tres es Uttanasana I, vienen los movimientos cuatro, cinco, y seis que forman la primera cadena. En el movimiento siete se inserta la segunda asana que consideramos original del el saludo al sol B, denominada Virabhadrasana A, ejecutado con la pierna derecha.
Prosigue la segunda cadena que corresponde a los movimientos: ocho, nueve, y diez que conducen al movimiento once que repite Virabhadrasana A -ejecutado esta vez con la pierna izquierda- .
La tercera cadena corresponde a los movimientos: doce, trece, y catorce.
En el movimiento catorce (décimo cuarta vinyasa) hay detención, se interrumpe la dinámica de la secuencia, y se mantiene la postura durante el transcurso de cinco respiraciones profundas.
En el movimiento quince comienza la reversa de la secuencia que repite en retroceso los tres primeros movimientos de la secuencia del saludo al sol B, de atrás hacia delante, significa que: el movimiento quince repite el movimiento tres, el dieciséis es repetición del movimiento dos, y el diecisiete a su vez lo es del uno, hasta concluir en la posición cero Samasthiti; que repite la posición inicial, y a su vez marca el fin de la secuencia.
[1] Entendemos como movimiento original, un movimiento único y que se diferencia de otro, en definitiva que no es repetición.
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La creatividad
La creatividad es una función cerebral superior, asociada a la libertad y la flexibilidad del pensar que versa acerca de:
-Crear algo inexistente.
-La resolución de problemas.
-La voluntad de transformar la realidad.
-El acto de inventar cualquier cosa aportando un producto nuevo y original.
La creación se apoya en el conocimiento humano, sin embargo posee la huella individual, el ADN particular y único del individuo creativo. Es iluminada por la intuición, y se concreta con el trabajo.
El pensamiento creativo mira la realidad de un modo distinto; porque la mira con la mirada inteligente y global que se ejerce con tres ojos, y no con dos. Por lo tanto puede ver las cosas y encontrar soluciones de manera nunca antes vistas. El individuo creativo desbloquea el pensamiento y lo libera de prejuicios, desinhibido se deja invadir por la lluvia de ideas.
Creemos en la creatividad inmersa en el quehacer humano, aquella que va más allá de las manifestaciones artísticas; esa que abarca y se hace presente en toda la actividad del individuo.
La creatividad ha permitido a la especie humana no sólo subsistir, sino que avanzar en su desarrollo. La creatividad extrae lo mejor del individuo, impulsándolo a generar respuestas originales y nuevas en su medio, lo lleva solucionar problemas, y a plantear otros nuevos; en definitiva a transformar la realidad, y a concretar sus sueños.
Como Juan Antonio Marina plantea en su libro Teoría de la inteligencia creadora: “lograr que una irrealidad, mañana se vuelva realidad”.
Un individuo creativo enfrenta la vida de manera positiva y le imprime sentido. Conduce su energía sin despilfarros en una dirección determinada. Se completa a sí mismo experimentando alegría y sentido de transcendencia. Y lo más importante desarrolla gran plasticidad neuronal que le mantendrá un cerebro joven y una edad funcional mucho más joven que la edad cronológica que posee.
La persona creativa es una fuente vital de energía, y un ejemplo inspirador para sus semejantes.
Creemos que cada individuo con su aporte creativo contribuye a su auto superación y al avance de la especie humana.
La creatividad es inherente a la naturaleza humana; es una potencia que yace en el interior de nuestra mente, consideramos un deber despertarla para volverla consciente.
Todos los seres humanos en menor o mayor grado somos creativos.
Observemos el accionar de los niños, que es sólo juego, invención, y creación; más por algún motivo después de la infancia, comienza un letargo de la expresión creativa. Paulatinamente nos vamos desconectando de la fuente creativa.
Estimamos urgente la necesidad de re-conexión con esta fuente vital, que es la creatividad. Estimular el aspecto creativo para desarrollar al máximo los diversos potenciales, sólo tiene consecuencias beneficiosas para el individuo, el cual no arriesga nada y es mucho lo que puede ganar.
No obstante primero tenemos que asumirnos como sujetos creativos, y caer en cuenta que la creatividad no es una función mística, ni mágica; sino una característica propia de nuestra naturaleza humana. Un patrimonio que nos pertenece y que obtuvimos del paso del homínido al homo sapiens.
Cuántas veces no hemos escuchado decir “es que yo no soy creativo/a”, quizás porque aquella persona ha mal entendido la creatividad, enmarcándola sólo en el campo de las artes, o pensando que es algo ajeno a su esencia, un don reservado exclusivo para los genios.
Es triste, porque el individuo auto-rotulado de éste modo, no se abre al sentimiento de ser creativo, privándose así de la posibilidad de serlo. Sin saber se ha cerrado las puertas a sí mismo.
Lo que el individuo piensa de sí mismo tiene una importancia radical en el desarrollo de su propio ser. Porque cada etiqueta, cada rúbrica, cada título que se coloca a sí mismo, imprime en su mente una modificación; provocando un fuerte estímulo emocional que maneja su conducta en dirección hacia lo positivo o lo negativo. Llegando a iluminar u oscurecer su camino, facilitando o entorpeciendo el aprendizaje, abriendo o cerrando la consciencia, dando paso o bloqueando el proceso creativo, según sea el caso.
Proyectemos a la luz de la consciencia esta potencia humana y lancémonos a la aventura de ser creativos como cuando éramos niños.
No es complicado, ni debería ser desconocido, sólo se trata de liberar los pensamientos para fluir y destrabarse mentalmente. Avocarse a la investigación de sí mismo, con el objetivo de descubrir cuál es el área, o las áreas, dónde mejor se manifiesta nuestra creatividad, es uno de los primeros pasos a seguir.
Ponerse de cabezas, pararse sobre las manos, gatear, tumbarse en el suelo, rodar, saltar, flexibilizarse, es parte de un proceso físico. Pero tengamos en cuenta que somos una unidad cuerpo-mente, y por lo tanto podemos transferir o conectar la experiencia paralelamente al plano mental.
Qué tal si ponemos de cabeza a la mente y la paramos al revés, si nos tumbamos en el suelo mental y gateamos reencontrándonos con nuestro niño, si rodamos haciendo girar los pensamientos, si saltamos para ascender de nivel en la consciencia, ¿cuál sería el resultado?
Colocándonos en otra postura mental obtenemos una percepción distinta de los cotidianos sucesos de la vida, rompiendo la perspectiva de siempre con que solemos mirar. Entonces podemos ver con otros ojos. Por ejemplo con los ojos prestados de un Picasso y su fragmentación cubista de la realidad, o quizás con la fantasía de un Dalí y sus relojes blandos.
Romper las rutinas mecánicas y colocar al cerebro en una situación sorprendente. Aventurarse a explorar e investigar los acostumbrados territorios que transitamos, tanto en el plano físico como mental. Mirar con la curiosidad como cuando las cosas se miran por primera vez, eso es lo importante y lo que interesa.
Sencillos actos que estimulen al cerebro colocándolo en una situación distinta. El someterse a la inusual experiencia de caminar en reversa (hacia atrás), o de caminar con los ojos cerrados, rompe la mecanicidad de los actos reflejos o reactivos; de manera que con el foco visual cambiado, o desprovistos de visión según sea el caso, el cerebro se ve enfrentado a una situación diferente y debe movilizar nuevos recursos.
La idea es generarse a si mismo posibilidades, cambiar rutinas, romper hábitos. En definitiva jugar a poner a prueba la agilidad, la flexibilidad, y la creatividad de nuestro cerebro. Todo vale para ejercitar diversas funciones, establecer nuevos circuitos que nos otorguen una gran plasticidad neuronal, y de paso entre los múltiples beneficios despertar o desbloquear la creatividad.
De este modo, lo más probable es que se convierta en un inventor de posibilidades, un constante desorganizador y organizador de la realidad, un transformador de su vida, un nutriente para el espíritu de sus hijos y ejemplo contagioso para los demás.
La invitación está abierta, atrevámonos a ser creativos.
Marisol Hume Eriksson©
La disciplina del yoga
El Yoga es una disciplina que integra energías, en sus primeras etapas reorganiza, afiata y sincroniza el cuerpo con la mente; su objetivo final es el reencuentro con el espíritu.
Ofrece un método de trabajo denominado Raja Yoga que opera en la esfera física, y mental.
Su práctica permite recuperar la armonía perdida. El sendero del yoga está abierto a todo aquel que experimente la necesidad de conocer y comprender la verdadera naturaleza de su Ser.
Es una filosofía de postura ecléctica, cuyo pensamiento no se compromete con ninguna religión, un camino amplio sin dogmatismos que se ofrece a la humanidad.
El ejercicio de las asanas (posturas) limpia, sensibiliza, fortalece, y sana, a todos los seres humanos por igual; sin distingos de razas, credos, ni ideologías políticas.
El yoga es el constante arte del descubrimiento y la transformación de sí mismo.
Cuando el hombre logra restablecer su equilibrio, se desprende del sufrimiento, y consigue su verdadera libertad.
Creemos que la transformación humana-el crecimiento personal- radica en tres aspectos esenciales:
-El desbloqueo y apertura de la esfera afectivo-emocional
-El despertar de la mirada interna
- La ampliación de la consciencia.
El desbloqueo y apertura de la esfera afectivo-emocional
La afectividad es la capacidad de amar que todo individuo posee, con las connotaciones que esto implica: brindar comprensión, afecto, y amor, tanto al prójimo como a sí mismo. Desbloquear el área afectiva-emocional es un largo proceso de maduración, y de comprensión de los mecanismos que rigen la compleja psiquis humana; implica desprenderse de miedos, prejuicios, fobias, y toda suerte de sentimientos y emociones negativas, que como la envidia, el egoísmo, el pesimismo o los celos -entre otras tantas- perturban e impiden el equilibrio afectivo-emocional, obstruyendo la capacidad de crecer internamente, dejando al individuo encerrado en su pequeño gran ego, privándolo de la verdadera experiencia de amar.
El individuo que trabaja su afectividad y sus emociones, progresivamente accede a un estado de paz interior, se siente liberado y generalmente se declara feliz. Su esfera afectivo-emocional se regula y comienza a experimentar con mayor frecuencia sentimientos y emociones cualitativamente positivas y cuantitativamente elevadas.
El despertar de la mirada interna
La mirada interna, es la visión integrada producto de la síntesis que resulta de la intuición, la propiocepción, la cenestesia, y el sentido común. Esta mirada es global, perceptiva, inteligente, y sensible; posee la capacidad simultánea de ver, de leer, de sintetizar, y de completar la realidad. En palabras simples, ve, lo que a la visión no le es posible ver.
Es una visión que se vale de la mirada horizontal y también de la mirada vertical, que le permite tener amplitud de campo, y profundidad en la percepción.
El despertar de la mirada interna abre las puertas a la sabiduría; aquel conocimiento superior que traspasa los límites de la visible cotidianeidad. Ese saber que no es limitado en su comprensión ni por el juicio de la razón, ni por el dictamen de los sentidos.
La mirada interna es dueña de una inteligencia y una emocionalidad superior.
La ampliación de la consciencia
La consciencia está determina por la percepción y el conocimiento del mundo interno del individuo - la idea que se tiene de sí mismo -y de la apreciación del mundo externo que lo rodea.
El entrenamiento mental estimula las funciones cognitivas superiores con el objetivo de ampliar las capacidades receptivas que permiten la adquisición e integración de la información.
La práctica mental sistemática favorece variados aspectos: memoria, razonamiento, voluntad, comunicación y acción en el entorno.
-La memoria se fortalece:
Se aprende, y se es capaz de almacenar una mayor cantidad de datos.
-El razonamiento se agudiza:
El procesamiento y la reorganización de la información en la mente, se torna selectivo, claro, y eficaz.
-La voluntad se fortalece:
Se desarrolla la fuerza necesaria para oponerse a todo lo que juega en contra de los objetivos propuestos.
-La comunicación se amplía:
Se mejora y profundiza la interacción con el entorno social y con el medio; el accionar es asertivo y facilitador.
Sabemos que las funciones superiores inciden directamente en el grado de desarrollo del nivel de conciencia, puesto que afectan la comprensión, el conocimiento y la interpretación que el sujeto hace de la realidad y del mundo interno que habita.
Niveles o estados de conciencia
La conciencia tiene distintos niveles o estados: sueño, vigilia, autoconciencia o conciencia de sí, y consciencia de orden superior o conciencia objetiva. También existen estados de conciencia alterada en personas enfermas, o que son producidos por fármacos o drogas, además del estado de coma. Existiría algún un tipo de consciencia primaria o rudimentaria, en los animales, puesto que experimentan emociones y afectos, pero no poseen auto conciencia o conciencia de existencia, en el sentido que un ser humano experimenta.
El sueño es un estado de conciencia, cuya función principal es el descanso y la reparación del organismo.
La vigilia es el estado ordinario de conciencia que tiene la persona cuando se encuentra despierta. En este nivel llamado de vigilia, se funciona no tan despierto como se cree.
El comportamiento se base en patrones mecánicos de conducta adquiridos, sobre todo aprendidos en los primeros años de vida. El sujeto desconoce el automatismo en que se encuentra, ofrece respuestas repetitivas, des adecuadas y obsoletas, que no son aptas a las circunstancias emergentes.
Resultando que no tiene control sobre la mayoría de los hechos, estos sólo se desencadenan y se exponen en su vida como una larga cadena de sucesos, sin que pueda, o sepa intervenir; porque no tiene conciencia de su forma mental ni de su propia mecanicidad.
El círculo reactivo del acto mecánico afecta al sujeto a través de toda su existencia exponiéndolo constantemente al sufrimiento.
Un estado más avanzado, es la consciencia de sí o autoconciencia, dónde el individuo reconoce su automatismo y el encadenamiento a sus patrones de conducta, y trabaja por su autoliberación. Oscila entre la mecanicidad y la acción consiente. Entre el estar ausente y el estar presente en la acción. Dependiendo del nivel de conciencia en que se sitúe es libre de intervenir a voluntad, tomando las riendas sobre los acontecimientos de su vida.
Se habla de un estado de conciencia superior o conciencia objetiva, obtenido por la ampliación y el ascenso en la escala de la conciencia. En la historia de la humanidad, seres humanos han destacado por su alto grado de evolución y de conciencia, siendo considerados iluminados. También sabemos de relatos de personas que por momentos alcanzan este estado a través de la meditación profunda, u otros ejercicios mentales.
Este proceso de ampliación y elevación de la conciencia, permite al individuo comprender su naturaleza secreta, otorgándole el poder de la transformación.
El concepto del “Entrenamiento en pareja” consiste en el trabajo físico de a dos. Donde el espíritu lúdico, el
ejercicio, y la creatividad, refuerzan la comunicación afectiva de los participantes. Ofrecemos algunos ejercicios como fuente de inspiración. Para todo tipo de personas que deseen experimentar el entrenamiento en pareja. Muchos de ellos se basan en posturas de yoga, y otros son de nuestra creación.
Fotografía:Juan Sebastian Tomic Hume
Chile, Pichidangui dic. 2009
Tadasana Urdhva Hastasana
La posición de la montaña
Alineación y suspensión de la espina dorsal
Virabhadrasana I
El guerrero I
Matsyasana
La postura del pez (modificación)
Movimiento de extensión de la columna vertebral encontrándose en posición decúbito supino.
Uttana Padasana (modificación)
Movimiento de extensión de la columna vertebral con elevación de piernas al ángulo de 45 grados
encontrándose en posición decúbito supino.
Purvottanasana
La postura del ave invertida
Elevación del cuerpo sobre manos y pies,encontrándose decúbito supino.
Biomovimiento ®
Biomovimiento ®
Mi intención con estos artículos es invitar a revalorar el cuerpo humano más allá de las connotaciones estéticas y valoraciones culturales que le han sido impuestas en cada época histórica.
La idea es repensar la significación del cuerpo humano. Un cuerpo humano dónde habita un espíritu humano. Este cuerpo milagro de la vida que es: animal, vegetativa, racional, pensante, emocional y que posee conciencia de sí y visión de trascendencia. Este cuerpo cuya estructura arquitectónica fue creada para la locomoción y prensión y que atesora el misterio que significa ser humano.
El trabajo del cuerpo
Desde muy temprana edad comprendí -de la manera intuitiva que tienen los niños de acceder al conocimiento- que trabajar con el cuerpo por alguna razón era vital. Los juegos de la infancia, desafíos físicos de trepar muros, colgarse de los árboles, o equilibrarse en una barra hechiza; además eran desafíos sicológicos dónde la mente se fortalecía y flexibilizaba día tras día. Sin embargo no teníamos consciencia de esto. No podíamos ni siquiera imaginar de qué manera potenciaban la fuerza de voluntad, fortalecían la autoestima, agudizaban los sentidos -despertando la conciencia corporal-, y ayudaban al equilibrio emocional.
Era sólo jugar, lanzarse guarda abajo de un columpio en pleno vuelo, saltar la cuerda a velocidades increíbles en avances y retrocesos, girar como un trompo cucarro hasta caer al suelo, pararse de cabeza o caminar sobre las manos, escalar cerros y precipicios durante los veranos; en fin un sin número de actividades propias de los niños.
Hicieron florecer en mí, un particular e intenso sentimiento de intimidad y afecto hacia mi cuerpo. Tiempo después entendí que conectaba con mis procesos internos: mis sensaciones cenestésicas, la producción de endorfinas, mis impresiones cinestésicas; y también me enfrentaba a miedos, desequilibrios, caídas y golpes, que al parecer no tenían ninguna importancia.
El profundo bienestar general, la alegría, y la seguridad en sí mismo, era lo que contaba. En aquel tiempo de niños sentíamos que teníamos poderes mágicos. Años más tarde comprendí, que si los tenemos, sólo hay que saber desarrollarlos.
Al utilizar el trabajo consciente del cuerpo como herramienta de autoconocimiento, e instrumento para el cambio, tenemos el poder de la auto transformación; que nos permite como por arte de magia encontrarnos y adueñarnos de nosotros mismos. El trabajo del cuerpo si se ejerce conscientemente es un trampolín para zambullirse en las profundas aguas de la psiquis, y comprender la naturaleza propia.
Si reboto mecánicamente como una pelota rebota, no es más que eso, estar rebotando como pelota sin conexión mental. Distinto es, si al rebotar conecto con mi columna vertebral y con mi peso. Consciente del desafío que mi estructura hace a la fuerza de gravedad y del impacto que produce en mis articulaciones, lo aminoro, alineando mi espina dorsal y mis piernas. Distinto es, si el rebote lo utilizo concientemente para fortalecer mi voluntad e incrementarla cada día. Me propongo desafíos nuevos para rebotar más y mejor, descubriendo todas las posibilidades del rebote, e inventando otras.
Entonces sabré porqué lo hago, qué me produce emocionalmente hacerlo, y qué busco al rebotar. El mismo rebote mecánico de pelota, se transforma en un acto pensado. Un rebotar que repercute más allá de los músculos, las articulaciones, los ligamentos, y tendones, conduciéndonos a más de algún descubrimiento acerca de nuestro ser. Quizás saber por primera vez, porqué deseo y necesito rebotar, y cuáles son los gananciales que obtengo tanto a nivel físico, como mental.
El movimiento desde el punto de vista de la física mecánica, es un cuerpo que se desplaza en el espacio y en el tiempo.
Aristóteles define al movimiento como “el paso de la potencia al acto”.
Cuando hablamos de movimiento, nos referimos al movimiento perceptible y también al imperceptible movimiento psíquico-mental. Hablamos del cambio, ese movimiento de trasmutación interna reflejado visiblemente en lo externo.
Sabemos que mente y cuerpo están unidos, o al menos esa es su naturaleza original. Más generalmente existe una especie de autismo entre el cuerpo y la mente, caracterizado por la imposibilidad de establecer contacto y generar un diálogo sensible entre ambos; persistiendo una situación de disociación, y de sordera.
El movimiento físico consciente, permite acceder a estratos muy profundos del Ser. El individuo se reintegra afectivamente desde sus órganos, sus huesos, sus células, recuperando el equilibrio.
Movimiento físico y movimiento mental conllevan al cambio, se avanza del caos al orden, de la ignorancia al saber, de lo inacabado a lo acabado, hasta lograr la transformación.
El movimiento es mi instrumento de investigación, y mi cuerpo es mi laboratorio de experimentación: para el trabajo de autoconocimiento, en los hallazgos cotidianos, en la búsqueda de inspiración, y para completar mi desarrollo inconcluso.